¿Qué hacer para obtener una mejor comunicación con el niño que tartamudea?
Con frecuencia el oyente no sabe a ciencia cierta cómo actuar cuando habla con un niño que tartamudea. Esta incertidumbre puede hacer que el oyente haga cosas como evadir la mirada cuando el niño tartamudea, interrumpir, sugerir palabras, o simplemente evitar hablar con personas que muestren este trastorno. Sin embargo, ninguna de estas reacciones resulta particularmente útil. En general, los niños que tartamudean desean que se las trate como a cualquier otra persona. La mayoría se da cuenta de que hablan de manera diferente y de que les lleva más tiempo expresar lo que quieren decir. Desafortunadamente, esto hace que el niño se sienta bajo mayor presión para hablar con rapidez. Bajo estas condiciones, tienen aún mayor dificultad en expresarse de manera natural y sin interrupciones. Por lo tanto, el oyente que parezca impacientarse o molestarse puede en realidad dificultarles hablar.
Al hablar con un niño que tartamudea, lo mejor es darle el tiempo que necesite para expresar lo que tenga que decir. Es mejor no tratar de terminar las oraciones ni sugerirle palabras. Esto sólo hace que sienta mayor necesidad de apresurarse. Además, sugerencias como "más despacio," "relájate" o "respira hondo" pueden hacer que el niño se sienta más incómodo, ¡porque estos comentarios sugieren que la tartamudez debería ser fácil de dominar cuando en realidad no lo es!
Es buena idea simplemente preguntar al niño que tartamudea y es consciente de su dificultad al hablar, cuál sería la mejor manera de actuar en su caso. Podría decirse algo como, "He notado que tartamudeas. ¿Me podrías decir cómo prefieres que responda cuando tartamudees?" Ciertamente que no debe tratarlo con condescendencia ni de manera diferente sólo porque tartamudea. Sin embargo, sería buena idea hallar una manera casual y alentadora de hacerle saber que se está interesado en lo que dice, en vez de en cómo lo dice. Esto puede resultar de enorme ayuda al reducir lo embarazoso, la incertidumbre o la tensión de la situación, y facilitar la comunicación eficaz a los interlocutores.