¿Usted juega con su cabello, mueve sus pies, se mece en el asiento, mastica lápices cuando se encuentra en pensamiento profundo ó en una nueva situación?
Quizá no demuestre ninguna de éstas conductas, pero es muy probable que usted presente algún hábito o manierismo “peculiar” la cual su cónyuge, padre ó un amigo cercano reconocerá como algo que usted hace cuando está cansado, nervioso, concentrado ó perplejo. Todos utilizamos nuestros cuerpos de varias maneras, tanto de manera consciente como inconscientemente, para ayudar a concentrarnos y para hacernos sentir bien tanto mentalmente y emocionalmente, como físicamente. Mucho de lo que hacemos nos ayuda a procesar, organizar y utilizar la información recibida de manera constante mediante nuestra vista, audición, sentido del olfato, gusto y tacto, así como mediante nuestros movimientos y el jaloneó de la gravedad.
Por ello, es muy importante “La integración sensorial en los niños” ya que esta habilidad les permite organizar y procesar información sensorial y de utilizar esta información para crear reacciones apropiadas.